lunes, 23 de octubre de 2017

Bollos de Madeira



Hoy traigo una receta de pan portugués, concretamente una receta originaria de la isla de Madeira, archipiélago portugués de origen volcánico, situado en el océano atlántico.  En estas islas, al igual que en el resto del territorio portugués se come un pan realmente bueno, o por lo menos a mi me lo parece.
Esta receta que os traigo aquí hoy, además es muy apropiado para este tiempo de otoño, ya que lleva en su composición un puré de boniato, tubérculo que está en su mejor momento ahora, entre octubre y noviembre. Es un pan que se suele tomar con mantequilla de ajo y finas hierbas, pero que en este caso lo hemos preparado para desayunar. A pesar de llevar boniato en su elaboración, no es un pan dulce, y tiene una forma de elaboración que podríamos considerar cuanto menos que curiosa, y que os explico a continuación.

Ingredientes:

300 g harina de fuerza
200 g harina integral
25 g levadura fresca
350 g boniato cocido
8 g sal





Elaboración:

En primer lugar hay que hornear el boniato. Yo lo suelo hacer de la siguiente manera. Lavo bien el boniato y lo envuelvo en papel de aluminio, colocándolo en el horno precalentado a unos 170ºC, y dejándolo hacer unos 60-70 minutos, o hasta que esté tierno.
Una vez cocido, lo dejamos enfriar y lo pelamos bien. Lo aplastamos con ayuda de un tenedor y reservamos.


En el bol de la amasadora ponemos las harinas, la sal, la levadura desmenuzada y el agua templada. Incorporamos el boniato y amasamos unos 8 minutos a velocidad media.
Transcurrido este tiempo, dejamos reposar otros 8 minutos y volvemos a amasar, esta vez a velocidad mas alta, otros 8 minutos.



Transcurrido el tiempo de amasado, dejamos fermentar en el bol tapado por un paño limpio, en un lugar cálido y sin corrientes de aire.


Una vez hayan fermentado, pasamos a mesa enharinada y hacemos piezas de unos 200 g. Boleamos, aplastamos con las palmas de la mano hasta dejarles un grosor de unos 2 cm y dejamos reposar unos 30 minutos.


Preparamos una sartén y calentamos al fuego, poniendo una pieza de pan sobre ella cuando este bien cliente. Con ayuda de una espátula aplastamos ligeramente para que se tueste bien la superficie ( unos 4-5 minutos) y le damos la vuelta para dorar por la otra cara.




Los vamos pasando a la bandeja donde los vamos a hornear y con el horno precalentado a 200ºC, terminamos de hacerlos en el horno otros 15-20 minutos.


Una vez horneados, dejamos templar y ya podemos comerlos. Templados están muy buenos con mantequilla de ajo o de finas hierbas y tostado con un buen aceite de oliva y un poco de jamón, hace un desayuno estupendo, y salimos de los panes mas típicos para desayunar. Es un pan con fibra, ya que lleva harina integral y la presencia del boniato lo hace muy suave al paladar. Es una verdadera delicia.



Espero que os haya gustado esta primera entrega después de nuestro viaje a Lisboa, de donde nos solo me he traído el mantel de las fotos, sin que varias recetas también se han venido en la libreta y las iré haciendo de poco en poco. Hasta la próxima.

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