lunes, 30 de noviembre de 2015

Empanadillas de cabello de ángel


Hoy comenzamos con las dulces típicos de estas fechas. Ya se acerca la Navidad y hay que empezar con las elaboraciones para que no se nos eche el tiempo encima. Yo suelo empezar pronto para poder probar aquellas recetas que he ido recopilando durante las últimas semanas. Empezamos con estas empanadillas que van rellenas de cabello de ángel, pero que pueden rellenarse de crema, pasta de almendras, dulce de yema, etc. Son unas empanadillas hojaldradas rellenas de dulce de cabello de ángel casero. El año pasado, mi cuñada me dio una cidra y con ella, elaboré este dulce. Hasta ahora no lo había usado, pero creo que con estas empanadillas y los almendrados, lo voy a consumir.
Si vosotros no tenéis oportunidad de elaborar este dulce, podéis comprarlo ya hecho. El comprado tiene buena calidad y es muy natural. Quizás un poco dulce para mi gusto, pero como la masa de estas empanadillas no lleva azúcar, de esa manera se compensa.

Ingredientes:

100 ml aceite oliva virgen extra
25 ml anís seco
25 ml agua
240 g harina
Corteza de naranja
Cabello de ángel
azúcar











Elaboración:


En primer lugar, ponemos el aceite en una sartén y lo calentamos con la cáscara de naranja. De esta manera, suavizaremos el sabor del aceite y lo aromatizaremos con la naranja. Ponemos usar limón, canela, matalauva, etc. 
Reservamos hasta enfriar.
Mezclamos los líquidos y añadimos la harina, amasando a mano o en la amasadora hasta que obtengamos una masa que no se nos pegue a las manos.
Pasamos a una mesa y dejamos reposar unos 10-15 minutos.



Estiramos con ayuda de un rodillo entre dos papeles de hornear, procurando que quede una masa fina, para evitar un grosor excesivo en las empanadillas.

Cortamos con ayuda de un cortapasta redondo de unos 8-10 cm de diámetro, y si no tenemos, con un vaso.

Ponemos una pequeña cantidad de cabello en el centro y cerramos con ayuda de los dedos o de un tenedor.




Pasamos a una bandeja de horno cubierta de papel de hornear y ponemos en el horno, previamente calentado a 200ºC.
Mantenemos en el horno unos 25 minutos. Estas empanadillas apenas toman color, por lo que debemos dejarlas ese tiempo para asegurarnos de que están bien cocidas.




Una vez fuera del horno y antes de que se enfríen, las pasamos por azúcar y ponemos en una fuente de servir. Y ya solo queda esperar a que se enfríen del todo para comerlas. En caliente hay que manejarlas con mucho cuidado, ya que son muy frágiles y se rompen con facilidad.


Y ahora mas fotos de como quedaron estas primeras empanadillas. Han gustado tanto, que ya he repetido la receta. Con las cantidades que he dado, salieron 18 empanadillas.





Están muy ricas y son muy sencillas de hacer. Además, al ser horneadas, son mas sanas que las fritas y menos complicadas de hacer.
Sigo recopilando recetas y ya he hecho mi primera prueba de polvorones. Le falta una pequeña corrección, pero han pasado el corte, así que, una vez ajustada la receta, os la traeré. Hasta la próxima.

martes, 24 de noviembre de 2015

Rosquillas con máquina


Ayer ofertaron en Lidl la máquina para hacer rosquillas. Ellos la ofertan como una máquina para hacer donuts, pero en la verdadera receta de donuts, son una masa fermentada, como de bollo de leche, que va frita y después glaseada. Y con esta máquina, lo que se consigue es un horneado suave y rápido. Yo la tengo desde hace varios años y la había usado muy poco, ya que con la receta que viene en las instrucciones de la máquina, lo que se obtiene, son una especie de rosquillas, con textura de pancakes. Una cosa un poco rara, que a nosotros nunca nos gustó.
Sin embargo, al verla el otro día en el folleto, me decidí a investigar un poco, y descubrí una receta, que si que me gustó. Es una receta de bizcocho, que se cuece en este aparato y que yo varié un poco, para hacerlos a mi manera. Mi donutera es de 7 huecos, con lo que nos salen un poco mas pequeños que con la actual, ya que la que están vendiendo ahora es de 6 huecos. El número de huecos no es importante, lo único es que los mios serán mas pequeños y tardaran menos en cocer; lo que importa es el sabor, y ahí si que he acertado. Me salieron unas rosquillas muy tiernas y  con mucho sabor a naranja, ya que hice la glasa con zumo y azúcar en lugar de usar agua.
Y ahora vamos con la receta.

Ingredientes:

110 g harina
75 g azúcar moreno
5 g impulsor
1 huevo
15 g mantequilla
95 ml leche
ralladura de naranja



Elaboración:


Ponemos el huevo con el azúcar y montamos bien con las varillas hasta que esté bien esponjoso.
Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y la ralladura de naranja.
Incorporamos la leche y a continuación, tamizamos la harina y el impulsor. Mezclamos bien para que no se nos quede ningún grumo, y pasamos la mezcla a una manga pastelera, ya que con ella, nos será mas sencillo y limpio llenar los huecos de nuestra máquina.


Calentamos nuestra donutera, siguiendo las instrucciones del fabricante, En el caso de la que yo tengo, hay que engrasar los huecos y cuando esté caliente, rellenarlos hasta el borde, con cuidado de no sobrepasar el límite, ya que entonces, se sale del hueco y se quedan crudos.


Cerramos la tapadera y esperamos unos 3-4 minutos, y transcurrido este tiempo, la abrimos y con cuidado de no quemarnos, damos la vuelta a las rosquillas. Esto se hace para conseguir un color dorado en ambos lados, ya que la parte inferior, al estar mas tiempo en contacto con la plancha caliente, queda mas dorada y bonita. Y es por esa cara, por la que luego los bañaremos y presentaremos.

Para la glasa, preparamos el zumo de una naranja y mezclamos con azúcar glas hasta obtener algo parecido a una papilla espesa. 
Mojamos en la glasa la parte superior de la rosquilla y pasamos a una rejilla para que se sequen.


Una vez la glasa seca, pasamos a una bandeja de servir y listas para merendar. De esta receta se pueden hacer infinidad de versiones, solo es una receta de bizcocho básico en la que podéis sustituir la mantequilla por aceite, añadirle cacao, aromatizarlas con vainilla o limón, y después glasearlas con chocolate negro o blanco, adornarla con virutas de azúcar de colores, etc. Es cuestión de echarle imaginación. Así que, si habéis comprado la donutera, aquí tenéis una receta para triunfar con ella.




Como podéis observar en las fotos, quedan la mar de apetecibles y son muy sencillos y fáciles de realizar. A aquellos que la habéis comprado, o que como era mi caso, la teníais sin usar, aquí os dejo esta receta para que le deis el uso que se merece.
Hasta la próxima.

martes, 17 de noviembre de 2015

Cocas de calabaza


Hoy os traigo una receta de unos bollos que en Mallorca llaman cocas, que son una especie de bollitos de leche que se elaboran, según receta original, con patata. Como yo ya tengo un post de bollos de patata, y ahora es tiempo de calabazas, he cambiado la receta original, sustituyendo la patata por calabaza asada y a pesar de no estar del todo segura, me han salido unas cocas deliciosas, que están muy suaves, no se nota que lleven calabaza, pero son mas ligeras que las de patata, ya que la calabaza es menos calórica que la patata.
Y ahora vamos con la receta, que, como suele ser habitual, me disperso y no me centro.

12unidades/198 Kcal/unidad

Ingredientes:

65 g manteca de cerdo
200 g calabaza asada
180 g azúcar
1 huevo (en la foto aparecen 2, pero solo utilicé 1)
30 g leche
25 g levadura fresca
370 g harina

Elaboración:


En primer lugar, asamos la calabaza en el horno y reservamos la cantidad a utilizar. Es mejor asada que cocida, ya que cuando cocemos, la calabaza se hidrata y es mejor que esté seca.
Trituramos la calabaza con ayuda de un tenedor y reservamos.

Mezclamos la manteca de cerdo, el azúcar y la calabaza con ayuda de unas varillas.


Diluimos la levadura en la leche tibia y mezclamos con lo anterior.


Pasamos al bol de la amasadora con el gancho y añadimos harina en dos veces y amasamos hasta obtener una masa que sea blanda y un poco pegajosa. Puede ser que necesitéis un poco mas de harina. Como en otras entradas de masas, añadimos de poco en poco hasta que nuestra masa sea de nuestro agrado.
Pasamos a la mesa enharinada y hacemos una bola, dejando reposar unos 10 minutos para relajar la masa.



Pasado este tiempo, untamos con aceite de girasol y pasamos a un bol donde dejaremos que doble su tamaño bien tapada con film o un paño limpio. Es conveniente dejarla en un lugar cálido para favorecer la fermentación.
Una vez doblada, pasamos a la mesa y volvemos a amasar ligeramente, haciendo de nuevo una bola y llevándola a fermentar de nuevo.

Una vez doblada por segunda vez, pasamos a la mesa y procedemos a formar los bollitos. Yo los he hecho de 80 g cada uno. Se cortan las porciones, se pesan y se hacen bollitos que se pasan a una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.


Dejamos fermentar de nuevo, y vamos precalentado el horno a 170ºC. Entre las tres fermentaciones y dependiendo del tiempo, se van facilmente unas tres horas. Tarda tanto en fermentar por la grasa que contiene, que viene del huevo y de la manteca de cerdo.
Horneamos durante 15 minutos o hasta que estén dorados, pero nunca menos de 10 minutos, que se quedarán crudos por dentro.


Una vez fuera del horno, pasamos a una bandeja para que se enfríen y una vez bien fríos, espolvoreamos con azúcar glas.


Estos bollos aguantan muy bien la congelación, por lo que podéis preparar mas cantidad y guardáis para las meriendas, ya que se descongelan rápido y no se nota que no están recién hechos.





Como podéis comprobar viendo la foto del corte, no se aprecia la calabaza a simple vista, pero si que se nota la suavidad que da en al comerlos.
Espero que os haya gustado y que, aprovechando que parece que el frío empieza a llegar, os animéis a hacerlas. Hasta la próxima.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Galletas de sésamo


Hoy traigo una receta nueva de galletas que he sacado de un blog, la cocina de Aisha que es espectacular, y recomiendo que lo visitéis. Es una receta de galletas con sésamo y miel que yo he modificado sustituyendo la mantequilla por aceite de oliva virgen extra de baja graduación, como 0,4º o inferior, de una variedad afrutada como arbequina. De esta forma, obtenemos unas galletas sin grasas saturadas, que tantos detractores tienen hoy en día. De todas formas, hay galletas como estas, en las que podemos realizar este cambio ya que hay ingredientes con mucho sabor que enmascaran el sabor a mantequilla, y sin embargo, en otras, la mantequilla es indispensable.
Con estas galletas tenia intención de empezar con los datos nutricionales, pero sigo sin ordenador y crear una tabla con la tablet es harto difícil. De todas formas, si que saqué las calorías por galleta, y los datos los pondré junto a los ingredientes, así como las unidades para las cantidades señaladas.

30unidades/67Kcal/unidad

Ingredientes:

200 g harina
5 g impulsor
1 pizca de sal
90 g aceite oliva virgen extra
175 g miel de castaño
120 g de tahini
sésamo para decorar

Elaboración:

Mezclamos todos los sólidos y reservamos.
Mezclamos el aceite, el tahini y la miel hasta que obtengamos una mezcla homógenea.


Tamizamos la mezcla de sólidos y mezclamos bien hasta obtener una masa, que es muy aceitosa, y no se pega en las manos.


Poner la masa en un papel film y guardar en la nevera al menos 3 horas. Yo la tuve toda la noche.


Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja de horno cubierta de papel de hornear.
Cojemos porciones de la masa y hacemos bolitas. Yo las hice a ojo, pero si lo que queréis es que todas sean iguales, pesáis la masa y la dividís entre el numero de galletas que   queráis obtener. Un peso medio, suele ser de entre 20-30 g por galleta. Pasamos por sésamo tostado para adornar y ponemos en la bandeja de horno, separadas para evitar que se nos peguen.





Hornear unos 10-12 minutos, con mucho cuidado para evitar que se nos quemen y cuando estén doradas por los filos, las sacamos del horno y templadas, las pasamos con mucho cuidado a una bandeja. Una vez frías, las podéis guardar en una caja metálica, donde podemos conservarlas durante mucho tiempo.




Son unas galletas diferentes, por que tienen un sabor muy peculiar a la pasta de sésamo. Y no son excesivamente calóricas y además, son sanas, sin huevo, sin leche ni grasas animales. Aptas para intolerantes a la lactosa y alérgicos a la proteína del huevo y además aptas para veganos. Vamos un chollo de galletas. Espero que las disfrutéis. Hasta la próxima.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tarta de queso estilo Heston Blumenthal


Llegó el reto de octubre y este mes nos ha tocado un cocinero bastante vanguardista, Heston Blumenthal. Una vez recibido el reto y después de investigar entre los enlaces que nos enviaron, como la temática de mi blog son las elaboraciones dulces, me decidí por la tarta de queso al aroma de vainilla. La verdad es que a pesar de que he procurado ser lo mas fiel posible a la receta de Blumenthal, como comprobareis si miráis en el siguiente enlace cheesecake, he realizado pequeños cambios, como la vainilla por ralladura de limón y el coulis de fresa por mermelada de higo casera, hecha este verano con higos que nos regalaron y la verdad es que ha sido un acierto. La tarta estaba muy rica y no ha sido difícil hacerla, a pesar del susto inicial al conocer el cocinero del reto de octubre.
Y ahora vamos con la elaboración.

Ingredientes (molde de 18 cm):

Base:
12 galletas digestive integrales
75 g mantequilla
1 cucharadita de sal
Relleno:
225 g queso fresco o requesón
225 queso crema
3 huevos
ralladura de limón
40 g maicena
125 g nata cortada con zumo de limón
95 g azúcar

Elaboración:

En primer lugar preparamos el molde. Yo utilice un molde de 18 cm de díametro y alto de pared. Lo engrasamos y cubrimos el fondo con papel de hornear.


A continuación, preparamos la base de galletas. ponemos las galletas en una bolsa de congelacion y las trituramos con ayuda de un rodillo.


Una vez hecho esto, fundimos la mantequilla y la mezclamos con las galletas y la sal. Una vez bien mezclado, cubrimos la base del molde y aplana con ayuda de un vaso para emparejarla y que nos quede del mismo grosor.


Reservamos en la nevera mientras preparamos el relleno.
Para el relleno mezclamos el queso fresco y el queso crema y mezclamos bien.  Añadimos las yemas y la ralladura de limón y mezclamos bien.
Añadimos la nata cortada con el limón (se utiliza nata agria, pero aquí es difícil encontrarla, por eso yo suelo cortar la nata con limón).
Añadimos el azúcar, tamizamos la maicena y homogeneizamos.




Montamos las claras a punto de nieve y las mezclamos con la batida anterior en tres veces para que se baje la mezcla. Ponemos en el molde.



Encendemos el horno a 150ºC y cuando este caliente, horneamos la tarta 75 minutos. Transcurrido este tiempo, apagamos el horno y sin abrirlo, dejamos la tarta de 2 a 4 horas. Pasado este tiempo, refrigeramos durante una noche completa.
A la mañana siguiente, desmoldamos con cuidado y pasamos a una bandeja de servir.


Como podeis observar, queda una tarta muy apetecible.



Con la salsa de chocolate y la mermelada de higo, para que cada comensal se sirva lo que le apetezca. Pero he de deciros que sin salsa estaba espectacular, así que si no queréis complicaros la vida, servirla tal cual.




Espero que os guste mi elección tanto como a mi me ha gustado realizar el reto de octubre. Ha sido una magnifica oportunidad para conocer algo mas de este cocinero.
Hasta el reto de noviembre.