lunes, 20 de abril de 2015

Pretzels



Hoy volvemos a los panes, pero un poco especiales, ya que estas rosquillas son una especialidad alemana que llevan un proceso de elaboración un poco peculiar.
Este fin de semana me he decidido a hacerlos ya que tenía tiempo tanto para la fermentación lenta que necesitan como para el escaldado anterior a al horneado.
Además, como me han salido 11, he congelado la mitad, a ver que resultado tiene. Espero que bueno. Y ahora, vamos con la elaboración.


Ingredientes (prefermento):

100 g harina
100 ml agua
5 g levadura seca






Elaboración:

Mezclamos los ingredientes la noche antes y dejamos tapado hasta la mañana siguiente.



Ingredientes:

Prefermento
500 g harina
100 ml agua
170 ml leche
5 g miel
25 ml aceite oliva
5 g sal



Elaboración:


Mezclamos en la amasadora todos los ingredientes hasta que obtengamos una masa que se despegue de las paredes del bol. Es una masa un poco dura, así que no añadáis mas líquido aunque os parezca dura. Amasad mas tiempo hasta que todos los ingredientes se integren bien en la masa.


Dejamos fermentar tapada hasta que doble el volumen en un bol engrasado y bien tapado.
Una vez haya fermentado, pasamos de nuevo a la mesa y desgasificamos. Cortamos en porciones de unos 70 g y dejamos reposar unos 10 minutos para que sea mas sencillo trabajarla.


Estiramos cada porción de forma cilíndrica hasta obtener tiras de unos 50-60 cm.


Doblamos en forma de lazada.


Volvemos a girar los extremos sobre si mismos.


Y ahora juntamos los extremos con la parte redonda de la lazada y damos la vuelta para ocultar las uniones.




Dejamos fermentar unas dos horas hasta que veamos que han crecido un poco menos del doble.


Una vez fermentadas preparamos el baño acalino utilizando 2 litros de agua y 50 g de bicarbonato sódico. 


Ponemos el agua a hervir con el bicarbonato y al romper a hervir, mantenemos en el fuego procurando que no baje la temperatura.


Una vez este hirviendo este baño, añadimos los pretzels de uno en uno, con mucho cuidado de no romperlos ni deformarlos. Ponemos el pretzel 20 segundos por cada lado, dándole la vuelta con ayuda de una espumadera y una vez escaldados, los ponemos de nuevo en la bandeja del horno.






Preparamos una yema y sal en escamas. Pintamos con la yema y le añadimos la sal por encima.
Horneamos a 220ºC unos 10-12 minutos hasta que estén dorados.


Como veis, quedan brillantes y con escamas de sal en la superficie. Como la masa no es salada, esa sal les da un toque muy especial. Están muy ricos como acompañamiento de un plato de embutidos o con patés.






Están muy ricos y aunque la preparación es un poco complicada, realmente merece la pena intentar hacerlos.
Para la semana que viene estoy investigando en un bizcocho libre de gluten con muy buena pinta.  A ver si lo hago y si sale bien lo cuelgo.
Hasta la próxima.

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